miércoles, 28 de marzo de 2007

BILIS NEGRA (Mario Markus)


Año 2045. En muchos rincones del planeta los científicos son perseguidos como criminales ante los estragos causados por la biotecnología. Entre ellos Mathias, un joven alemán que para escapar se somete a una teleportación desde su país a la Amazonía, donde la deforestación ha dado lugar a un desierto. Durante su visita a un curandero amazónico, Mathias hace un descubrimiento inquietante: existe "algo" que la teleportación -un proceso puramente material- no transporta. Y cuando los hechos llevan a que el joven peruano Valerio Zúñiga asesine a Mathias, la pregunta se vuelve urgente: ¿es culpable el que mata a quien carece de ese "algo" inmaterial?

1 comentario:

Anónimo dijo...

El físico Mario Markus es el guionista de “Bilis negra”, historieta dibujada por Fyto Manga

Científico multifacético lanza inquietante cómic futurista

Investigador, poeta y artista visual, el autor ofrece un relato en el que aborda temas como la teletransportación y la existencia del alma humana.


¿Qué pasa con el alma de una persona cuando ésta es enviada a un punto lejano del planeta mediante la técnica denominada teleportación? Pese a que la ciencia todavía no puede responder esa pregunta, debido a que aún no es posible teleportar seres humanos, el físico, poeta y artista plástico Mario Markus ya ha evaluado los problemas éticos involucrados en ese procedimiento.

“Para teleportar a un sujeto habría que destruir su cuerpo en el lugar de origen. ¿Puede decirse que eso es homicidio? ¿Y qué ocurre con el alma de esa persona?”, reflexiona el científico, quien ha unido fuerzas con el dibujante Marcos Borcoski (más conocido como Fyto Manga) para crear una historieta futurista en la que explora el inquietante asunto.

Titulado “Bilis negra” y publicado bajo el sello Juan Carlos Sáez Editor, el trabajo es un lujoso álbum de 61 páginas en el que ambos autores han recurrido a las viñetas para ofrecer una colorida adaptación del cuento homónimo que Markus hizo circular a partir de 2000 en librerías de Bolivia y México.

El protagonista del relato es Valerio, un tranquilo adolescente que vive en el Perú del año 2045 y que descubre todo un mundo de horrores cuando se hace amigo de Mathias, un joven refugiado alemán. Perseguido por los eco-fascistas de su país debido a que ha practicado disciplinas como la clonación y la bioingeniería, el chico tiene un comportamiento violento e impredecible que, según se sabe después, es resultado de la teleportación a que se sometió para salir de Alemania.

“Cuando publiqué el cuento original, un amigo lo leyó y me dijo que era como una torta sin levadura, porque en él entregaba demasiada información en muy pocas páginas. A él se le ocurrió, entonces, que si la historia era traducida en dibujos podía ganar soltura y ser más fácil de leer, así que me presentó a Fyto para que él lo ilustrara”, explica el físico, quien se desempeña tanto en el Instituto Max Planck, en Dortmund, Alemania, como en el santiaguino Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile.

-¿De dónde proviene su interés en el tema de la teleportación?

-Me interesó el tema porque en los últimos años se han realizado diversas experiencias en esa área. El 2005, de hecho, científicos lograron teleportar una cantidad de átomos cercana a la cantidad de átomos de la que se componen los virus. Estamos hablando, entonces, de algo real que se está haciendo en laboratorios de Austria, Francia y Estados Unidos.

-¿Cómo se relaciona eso con el alma?

-Lo que pasa es que yo tuve experiencias místicas con chamanes que me llevaron a verificar la existencia de mi propia alma. Eso me llevó a preguntarme qué ocurriría con el alma de un ser humano si éste es teleportado.